Celle que vous croyez (No soy quien crees). Saffy Nebbou. (2019)
Estrenada en el pasado festival
internacional de cine de Berlín, ‘Celle que vous croyez’ (‘No soy quien crees’)
(2019) es la más reciente película del director francés Safy Nebbou basada en
el libro homónimo de Camille Laurens, que narra la historia de Claire (Juliette
Binoche) una mujer que ronda la crisis existencial de los cincuenta años tras
el divorcio de una relación de 20 años que le trajo dos hijos, pero también
cosecho su final. Una crisis basada en el abandono, la vejez y la soledad.
Entre la cátedra de literatura francesa que expone, se revela el fundamento de
su desesperación y regocijo en versos y referencias a Lobo Antunes, Baudelaire
y Marguerite Duras; mientras ella se propone que una relación será lo que
saciara sus tersos pensamientos. Una relación la lleva a la otra, tras sexo
casual y el abandono de su joven amante, en el intento por contactarlo a
través de las redes sociales con un perfil falso, conoce a Alex, un fotógrafo
perspicaz con quien comienza un affair cibernético que culminará en
diversas tramas que exploran la depresión y el suicidio, los celos, el acoso y
las relaciones actuales.
Son las diversas tramas las
que rescatan este drama de su banalidad. Por un lado, existe el cuestionamiento
acerca de la información que se expone en perfiles de redes sociales la cual es
fácilmente accesible y, a la vez, manipulable. En este momento innumerables
datos inundan la consciencia primitiva mientras asentimos sin determinación los
hechos presentados.
Sostiene la comparación entre los
diferentes tipos de relaciones interpersonales: una familia modelo nacida de la
tradicional manera comparada con la fugacidad del contacto que se crea a partir
de un ‘me gusta’ y poder llegar al clímax mientras se recite un verso de Rainer
Maria Rilke.
La autoexploración se expone como
medio para solventar un trastorno depresivo (o incluso el rebuscado trastorno
de personalidad múltiple) y la relación que se crea con el psicoterapeuta donde
uno se exhibe mientras se liberan diferentes mecanismos de defensa para saltar
la barrera de la deontología profesional.
Juliette Binoche se ha consagrado
como una de las actrices más versátiles y elegantes, conocida por
‘Rendez-vous’ (1985), ‘El paciente inglés’ (1996) y la más reciente ‘High life’
(2019) hasta el punto de presidir el jurado en el antes mencionado festival de
Berlín; su protagonismo y elocuencia mantiene cada situación del largometraje a
flote mediante encuadres a través del agua (en una bañera, en la regadera, bajo
la lluvia), espejos y metros de distancia de su amante donde comienza la autoexploración
y la acompañamos en la zozobra de la crisis que subyace un verso de
abandono fielmente expresado hacia el final. Mediante diversos recursos
literarios que se acercan al thriller, el suspenso y el drama, la conclusión se
percibe penosamente forzada y abstracta. El ‘trágico final’ remite a la
enérgica ‘Nocturnal animals’ (2016) en el hecho de utilizar una metáfora
literaria para arraigar y reflexionar sobre las relaciones propuestas,
lamentablemente sin la misma perspicacia.



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